Sí, lo sé, soy una adicta a las fresas, pero en mi defensa
diré que es que me parece casi de mala educación ver la caja de dos kilos a 3€
y no comprarla. Es que todo lo que se hace con ellas está
exquisito. Y qué mejor manera de combinar unas fresas que con nata.
Ya hice un semifrío de fresas, ya hice una tarta de fresa y
nata con bizcocho, pero ¿y un semifrío de nata y fresa? Eso tiene que ser
pecado mortal, y, en efecto, lo fue
Para la receta reduje a la mitad los ingredientes que usé,
porque como veis me salió una tarta un pelín exagerada.
Nota: lo ideal para esta tarta es hacerla el día antes.
Ingredientes:
Para la base:
200 g de galletas
80 g de mantequilla a temperatura ambiente
Para el semifrío:
200 g de galletas
80 g de mantequilla a temperatura ambiente
Para el semifrío:
200 g de fresas
30 g de azúcar
30 g de azúcar
8 láminas de gelatina neutra
600 g de nata
200 g de azúcar glas
600 g de nata
200 g de azúcar glas
Empezamos:
1 Picamos las fresas en trocitos muy pequeños, añadimos
los 30 g de azúcar y dejamos reposar un par de horas.
2 Forramos la parte de abajo del molde desmontable con
papel vegetal. Metemos en la picadora de la batidora las galletas y las
trituramos. Cuando ya estén bien desmenuzadas, añadimos la mantequilla y
trituramos un poco más hasta que se haga una pasta. Rellenamos el molde y lo llevamos a la
nevera mientras preparamos el resto.
3 Ponemos en un cuenco o plato con agua fría la gelatina
para que hidrate, con 5 – 10 minutos bastará.
4 Cogemos las fresas que teníamos con el azúcar y colamos
el líquido en un cazo y le añadimos 75 g de nata y la gelatina, lo llevamos al
fuego hasta que se diluya la gelatina. Que no se nos caliente mucho, en cuanto
la gelatina esté diluida lo retiramos y añadimos las fresas. Dejamos que enfríe.
5 Mientras esperamos, vamos montando la nata con el azúcar
glas.
6 Una vez que la mezcla de las fresas y la gelatina esté fría
la añadimos a la nata (ojo, porque si no está fría la nata se nos bajará). Mezclamos
con movimientos envolventes para que quede todo bien integrado. Lo añadimos al
molde desmontable y reservamos en la nevera toda la noche.
Al día siguiente tendremos un semifrío de nata y fresa
con una consistencia perfecta.
Podéis decorarla con fresas laminadas para darle un toque
más vistoso de color.
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